Es posible que durante algún tiempo te hayas planteado regalarle una biografía a un ser querido. Alguien muy cercano de quien has escuchado mil y una batallas que, con el tiempo, hasta tú mismo podrías contar con pelos y señales. Una vida plena en cuya trayectoria han ido de la mano hechos históricos de los que ha sido protagonista en primera persona y que revelan unos horizontes a los que los libros de historia a veces no llegan. Viajes, sueños, anhelos, grandes triunfos, algunas decepciones y quizá algunos amores que fueron quedando en el camino. Llegados a este punto, uno decide que sí, que realmente quiere escribir la historia de ese familiar y convertirlo en un libro que puedan disfrutar hijos y nietos, y en el que puedan descubrir el lugar del que parten sus raíces. Pero ¿por dónde empezar?
En Memoralia, nos gusta decir que una biografía guarda dos regalos. Por un lado está el libro, el resultado final de un maravilloso proceso por el que el biografiado se pasea rememorando cada etapa de su vida. El otro regalo se trata precisamente de ese paseo. Veamos las diferentes etapas en la elaboración de una biografía personal:
Durante este proceso, como si de una flor se tratara, biografiado y biógrafo van sintiéndose cada vez más cómodos, rememorando cosas que el protagonista sí recordaba muy bien, otras que habían caído en el olvido y, durante todo el transcurso de las entrevistas, esta parte se convierte casi en un tratamiento terapéutico y una las etapas más bonitas. Decía el poeta Marcial que “poder disfrutar de los recuerdos de la vida, es vivir dos veces”.
Regalo para abuelos Regalo para padres
En Memoralia, sabemos que el mejor legado que puede dejar alguien es la historia de su vida ¿Empezamos?